Sulpicia

Sulpicia — Es grato, mi querido, que ahora confíes tanto en mí

Sulpicia, una de las pocas poetisas de la antigua Roma cuya obra ha sobrevivido hasta nuestros días, se cree que nació en el siglo I a.C. y falleció en fecha desconocida. Se le atribuyen seis breves poemas elegíacos, que constituyen el único testimonio que nos ha llegado de su escritura. Estos poemas, conservados en el Corpus Tibullianum, fueron inicialmente atribuidos a Tibulo. Se cree que Sulpicia era nieta de Servius Sulpicius Rufus, amigo de Cicerón, lo que sugiere que provenía de una familia acomodada con conexiones con el emperador Augusto.

La identidad del destinatario de sus poemas, Cerinto, ha sido objeto de debate, pero se piensa que era un pseudónimo, al igual que Lesbia para Catulo o Cynthia para Propercio. Algunos críticos han cuestionado la autoría femenina de los poemas, aunque otros defienden su autenticidad.

Los poemas de Sulpicia reflejan temas típicos de la poesía amorosa romana, con episodios de enamoramiento, separación temporal, infidelidad y enfermedad. La estructura de la serie muestra un cuidado equilibrio, con un poema final que hace eco del primero.

Aunque tradicionalmente se consideraba a Sulpicia como una autora amateur, algunos críticos han destacado el mérito literario de su obra. Sin embargo, su vida personal está envuelta en el misterio, y no se conocen detalles sobre su muerte ni las circunstancias en las que ocurrió.


4

Es grato, mi querido, que ahora confíes tanto en mí

Es grato, mi querido, que ahora confíes tanto en mí,
evitando que caiga torpemente en algún error repentino.
Que te importe más el vestido y una prostituta
que la hija de Servio, Sulpicia:
Están preocupados por nosotros, para quienes ella es un dolor,
para que no me entregue en un lecho desconocido, la mayor causa de aflicción.


IV

Gratum est, securus multum quod iam tibi de me

Gratum est, securus multum quod iam tibi de me
permittis, subito ne male inepta cadam.
Sit tibi cura togae potior pressumque quasillo
scortum quam Servi filia Sulpicia:
Solliciti sunt pro nobis, quibus illa dolori est,
ne cedam ignoto, maxima causa, toro.


Extraído de Sulpicia: Text, translation, and commentary. Anne Mahoney. 2000.

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