Guido Gozzano — El engaño
Madre Tierra, ¿eres tú quien transfigura/ la víspera de los días oscuros y crudos?/ ¿Oh buena Madre Tierra, tú que engañas/ hasta el último día a los moribundos
Traducciones, escolios, fragmentos de lectura, divagaciones, &c., sostienen la construcción constante del «idealismo errático»
Madre Tierra, ¿eres tú quien transfigura/ la víspera de los días oscuros y crudos?/ ¿Oh buena Madre Tierra, tú que engañas/ hasta el último día a los moribundos
Si el aburrimiento no solo no es la vida «ocupada o divertida», sino tampoco «mal ni dolor particular», es «la simple vida plenamente sentida, experimentada, conocida, plenamente presente en el individuo y ocupándolo» (P 4043). Vacío de la plenitud de la vida, está completamente vacío, es solo presencia de la verdad de la vida, pura presencia; la nada ocupa el alma, «sólida nada».
La maldición que a ti estaba reservada/ como un preciadísimo regalo, perjura/ y distante, ahora ya no es solamente tuya.
Y había llenado tanto de terror todo lo que muchos, ocupados solo en arrepentirse y cambiar sus vidas en el último momento, habían abandonado todas sus ocupaciones habituales, no sin que muchos se burlaran de estos vanos temores, tanto más porque, al haber habido grandes tormentas en esos días, se podía creer que, al equivocarse en la fecha, también la predicción había perdido sentido.
Nacer, sí, llamo a un destino cruel,/ no así morir, de donde tantas angustias/ me quedan libres; y un solo breve instante/ del error de mis serviles natales repara.
Una de las tácticas que Dante utiliza es el episodio de la primera mujer «pantalla». Dado que su aspecto físico delataba a cualquiera que estaba presa de una pasión amorosa, de la cual muchos trataban de descubrir el objeto, Dante decidió simular amor por otra mujer y dar a conocer este sentimiento a través de una serie de poemas: la mujer elegida para este propósito se convirtió en la «pantalla de la verdad».
los niños, el árbol, los insectos:/ de todo lo que tiene corazón de tristeza./ Porque ya no tiene más regalos/ y las calles están oscuras
Todos aquellos que se dedican a los estudios de humanidades y artes liberales saben que ya han pasado mil doscientos años desde que los latinos tuvieron poetas y oradores extremadamente raros, y absolutamente ningún escritor de historias en latín.
Así solo por virtud de esta luz/ he vivido ya el calor y el hielo,/ sin temer que la fuerza de otros vientos/ turbasen nunca un rayo de tan bello sol/ para inclinar la lluvia o traer oscuro tiempo
Porque a través de ella veo el rostro de Amor,/ más cruel que nunca antes había visto,/ y casi enfadado me dice: — ¿Qué haces
dentro de esta persona que se marchita? -.
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