Alessandro Manzoni

Alessandro Manzoni — Nuevo e intacto sendero señálame, oh Musa

Primer señor del coturno itálico,/ nuestro siglo se enorgullece de ti, y a quien la plectra veneciana dio/ y quien osó blandir el audaz látigo.

Alessandro Manzoni (1785-1873) fue un escritor italiano, reconocido principalmente por su obra maestra «Los Novios» («I Promessi Sposi»), considerada una de las novelas más importantes de la literatura italiana del siglo XIX.

Nacido el 7 de marzo de 1785 en Milán, Manzoni vivió en una época marcada por los profundos cambios políticos en Italia. En 1833 muere su primera esposa, Enrichetta Blondel. Luego en 1838 debe enfrentar la pérdida de su hijo, Pier Luigi. Entorno a estas tragedias, Manzoni sufrió la devastación causada por la epidemia de cólera que azotó Milán en 1835 y que se refleja de manera conmovedora en su novela «Los Novios». Este desastre afectó profundamente a la comunidad y a Manzoni en particular.

El autor falleció el 22 de mayo de 1873 en su casa de Brusuglio, cerca de Milán, a la edad de 88 años.

 

Nuevo e intacto sendero señálame, oh Musa

Nuevo e intacto sendero señálame, oh Musa,
Donde tu llama en mí no quede sepultada.
¿Quizás a la suprema gloria cada vía está cerrada,
que aún no esté de otros vestigios poblada?
Dante tiene la trompeta, y el cisne de Valquiusa
la dulce lira; y tras ellos hay mucha turba.
Flora igualó a Ascre con sus dones; y la agreste Orobia
emuló a Esmirna, y venció a Siracusa.
Primer señor del coturno itálico,
nuestro siglo se enorgullece de ti, y a quien la plectra veneciana dio
y quien osó blandir el audaz látigo.
Clio, que maneja la trompeta y la plectra de marfil,
¡oh!, haz que si caigo en el camino de Ascreo,
se diga al menos: sobre su propia huella yace.

 

Novo intatto sentier segnami, o Musa

Novo intatto sentier segnami, o Musa,
Onde non stia tua fiamma in me sepolta.
È forse a somma gloria ogni via chiusa,
Che ancor non sia d’altri vestigj folta?

Dante ha la tromba, e il cigno di Valchiusa
La dolce lira; e dietro han turba molta.
Flora ad Ascre agguagliosse; e Orobbia incolta
Emulò Smirna, e vinse Siracusa.

Primo signor de l’italo coturno,
Te vanta il secol nostro, e te cui diéo
Venosa il plettro, e chi il flagello audace?

Clio, che tratti la tromba e il plettro eburno,
Deh! fa che, s’io cadrò sul calle Ascreo,
Dicasi almen: su l’orma propria ei giace.

 

Extraído de Alessandro Manzoni. Tutte le poesíe. BUR Rizzoli. 2012.

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