Píndaro — Nemea VI

Sin embargo, en el fondo nos acercamos a los inmortales,/ por la grandeza de espíritu y esta naturaleza,/ aunque no sabemos qué término el destino escribe a nuestro ir,/ a la luz del día, al corazón de las noches.

Píndaro, emblema de la poesía griega clásica, tuvo un origen noble, lo que facilitó su ingreso en círculos aristocráticos. Fue defensor de aquellos valores: sentido de la piedad y de la familia, construidos en base a la tradición mitológica, que trataba con suma espiritualidad. Píndaro participó en diversas competencias poéticas y desarrolló una rigurosa técnica de composición. Fue alabador de gobernantes y comunidades, así como de campeones de diferentes disciplinas deportivas. Sus versos llegaron a influenciar oráculos y profecías. Según la biografía de Suidas, Píndaro murió en el teatro Argos en plena actuación, apoyando su cabeza sobre el hombro de Teoxeno de Tenedos, a quién había alcanzado a escribir una Alabanza amorosa.

— Άπώλεια

NEMEA VI
AL JOVEN ALCÍMIDAS DE EGINA, VENCEDOR EN LA LUCHA

Píndaro

 

Una es la raza humana, una la divina,
y de una misma madre la una y la otra tienen la respiración:
pero un poder decidido, los divide por completo:
y el hombre no es nada, pero el cielo, la morada
de bronce, sin daño, perdura eternamente.
Sin embargo, en el fondo nos acercamos a los inmortales,
por la grandeza de espíritu y esta naturaleza,
aunque no sabemos qué término el destino escribe a nuestro ir,
a la luz del día, al corazón de las noches.

Alcimidas atestigua aún hoy
que la virtud de la sangre se asemeja a los fértiles campos
que ahora otorgan a los hombres
los tantos frutos de la llanura
y luego el descanso cuando hacen fuerzas.
Llegó de los amados premios de Nemea
el joven guerrero, que, siguiendo un destino que proviene de Zeus
irrumpe en la lucha como un cazador dichoso

[…]

y Aquiles descendió de su carro al suelo
y lanzó el peso de su odio contra él,
y su lanza cargada de cólera
extinguió a ese hijo de la clara Aurora.
He aquí el buen camino allanado
Ese antiguo pozo que los hombres encontraron
Y que yo recorro con amor.
Pero la ola que más agita al corazón,
dicen, es la que siempre remonta el timón.
Y para mí es un placer
Llevar esta doble carga sobre mis hombros:
Venir como mensajero de los agones,
que son dichos sagrados,
Cantando fuerte este quinto elogio
después de los vientos,
a Alcimidas que honró a su glorioso pueblo.

Y el precipitado Caso, muchacho,
te ha privado de dos flores de Olimpia
por el sacro espacio bajo Cronos,
tanto a ti como a Politímidas.
Y Melesia, cual veloz delfín sobre el mar,
sostiene tus miembros y tus fuerzas.

Ο Πίνδαρος, το έμβλημα της κλασικής ελληνικής ποίησης, ήταν αριστοκρατικής καταγωγής, γεγονός που διευκόλυνε την είσοδό του στους αριστοκρατικούς κύκλους. Ήταν υπέρμαχος αυτών των αξιών: της αίσθησης της ευσέβειας και της οικογένειας, βασισμένη στη μυθολογική παράδοση, την οποία αντιμετώπιζε με μεγάλη πνευματικότητα. Ο Πίνδαρος έλαβε μέρος σε διάφορους ποιητικούς διαγωνισμούς και ανέπτυξε μια αυστηρή συνθετική τεχνική. Ήταν υμνητής των ηγεμόνων και των κοινοτήτων, καθώς και των πρωταθλητών διαφόρων αθλητικών κλάδων. Οι στίχοι του επηρέασαν τους χρησμούς και τις προφητείες. Σύμφωνα με τη βιογραφία του Σούιδα, ο Πίνδαρος πέθανε στο θέατρο του Άργους στη μέση μιας παράστασης, ακουμπώντας το κεφάλι του στον ώμο του Θεοξένη της Τενέδου, στον οποίο είχε καταφέρει να γράψει έναν ερωτικό έπαινο.

Νεμέα VI
ΑΛΚΙΜΙΔΗι ΑΙΓΙΝΗΤΗι ΠΑΙΔΙ ΠΑΛΑΙΣΤΗι

Πίνδαρος

 

ἓν ἀνδρῶν, ἓν θεῶν γένος: ἐκ μιᾶς δὲ πνέομεν
ματρὸς ἀμφότεροι: διείργει δὲ πᾶσα κεκριμένα
δύναμις, ὡς τὸ μὲν οὐδέν, ὁ δὲ χάλκεος ἀσφαλὲς αἰὲν ἕδος
μένει οὐρανός. ἀλλά τι προσφέρομεν ἔμπαν ἢ μέγαν
νόον ἤτοι φύσιν ἀθανάτοις,
καίπερ ἐφαμερίαν οὐκ εἰδότες οὐδὲ μετὰ νύκτας ἄμμε πότμος
οἵαν τιν᾽ ἔγραψε δραμεῖν ποτὶ στάθμαν.
τεκμαίρει καί νυν Ἀλκιμίδας τὸ συγγενὲς ἰδεῖν
ἄγχι καρποφόροις ἀρούραισιν, αἵτ᾽ ἀμειβόμεναι
τόκα μὲν ὦν βίον ἀνδράσιν ἐπηετανὸν πεδίων ἔδοσαν,
τόκα δ᾽ αὖτ᾽ ἀναπαυσάμεναι σθένος ἔμαρψαν. ἦλθέ τοι
Νεμέας ἐξ ἐρατῶν ἀέθλων
παῖς ἐναγώνιος, ὃς ταύταν μεθέπων Διόθεν αἶσαν νῦν πέφανται
οὐκ ἄμμορος ἀμφὶ πάλᾳ κυναγέτας,

[…]

Ἀχιλεὺς
ἔμπεσε χαμαὶ καταβὰς ἀφ᾽ ἁρμάτων,
φαεννᾶς υἱὸν εὖτ᾽ ἐνάριξεν Ἀόος ἀκμᾷ
ἔγχεος ζακότοιο. καὶ ταύταν μὲν παλαιότεροι
ὁδὸν ἀμαξιτὸν εὗρον: ἕπομαι δὲ καὶ αὐτὸς ἔχων μελέταν:
τὸ δὲ πὰρ ποδὶ ναὸς ἑλισσόμενον αἰεὶ κυμάτων
λέγεται παντὶ μάλιστα δονεῖν
θυμόν. ἑκόντι δ᾽ ἐγὼ νώτῳ μεθέπων δίδυμον ἄχθος ἄγγελος ἔβαν,
 πέμπτον ἐπὶ εἴκοσι τοῦτο γαρύων
εὖχος ἀγώνων ἄπο, τοὺς ἐνέποισιν ἱερούς,
Ἀλκιμίδα, τέ γ᾽ ἐπαρκέσαι
κλειτᾷ γενεᾷ: δύο μὲν Κρονίου πὰρ τεμένει,
παῖ, σέ τ᾽ ἐνόσφισε καὶ Πουλυτιμίδαν
65κλᾶρος προπετὴς ἄνθε᾽ Ὀλυμπιάδος.
δελφῖνί κεν
τάχος δι᾽ ἅλμας
ἴσον εἴποιμι Μελησίαν,
χειρῶν τε καὶ ἰσχύος ἁνίοχον.

 

Extraído de Pindaro. Tutte le opere. Olimpiche-Pitiche-Nemee-Istmiche-Frammenti. Milano: Bompiani. 2010. | Traducción Mario Chávez Carmona

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