Pedro Salinas

Pedro Salinas — ¡No podrás saber nada, sauce triste!

¡Y tú quieto a su lado,/ te doblas, te atormentas,/ en el vano deseo de seguirle,/ de correr, de pasar, de ir hacia algo!

Pedro Salinas (1891-1951) fue un poeta español, considerado uno de los principales exponentes de la Generación del 27. Nació el 27 de noviembre de 1891 en Madrid, España.

En 1932, su esposa, Margarita Bonmatí, falleció durante el parto. Durante la Guerra Civil Española, Salinas se exilió a Estados Unidos en 1939, tras el fin del conflicto. Este exilio forzado le separó de su tierra natal y le impidió regresar a España durante el resto de su vida.

Pedro Salinas falleció el 4 de diciembre de 1951 en Boston, Massachusetts, a los 60 años, a causa de un infarto cardíaco.

 

¡NO PODRÁS SABER NADA, SAUCE TRISTE!

¡No podrás saber nada, sauce triste!
¡Tú que desmelenado
sobre el agua te inclinas e interrogas
sin saber nunca lo que el agua dice
al pasar junto a ti!
¡Y el río corre, el río corre siempre!
¡Y tú quieto a su lado,
te doblas, te atormentas,
en el vano deseo de seguirle,
de correr, de pasar, de ir hacia algo!
¡Estás junto al recodo
que hace el río,
lejos de su principio, lejos, lejos
también de su final,
y si no sabes nada
del ayer de estas aguas,
del cálido misterio del mañana
también lo ignoras todo!
¿Qué eres pues sauce, qué eres?
A veces se desprenden hojas de ti;
¡son mudos mensajeros
que envías a allá abajo
que confías
a la corriente para que ellos lleguen
ya que tú no puedes llegar!
Y tú te quedas en la orilla,
viéndolas cómo corren a lo lejos,
que se pierden llevándose
tu voluntad dispersa.
Si yo pudiera ser el leñador
que te cortara, sauce, que arrojara
tu tronco a la corriente
acaso tú me lo agradecerías
y al darte muerte que camina y anda
no sentirías el perder la vida
eternamente quieta
sauce triste
y tu tronco se iría allá a lo lejos
oyendo lo que dice la corriente.
Así mis pensamientos van diciendo
mientras que yo acodado
en la baranda, del puente veo como
corre el Guadalquivir
hacia Sanlúcar…
¡Esos versos que mando río abajo
hacia el mar azulado
son las hojas del árbol
que se desprenden
yendo hacia su anhelo,
ya que el sauce está en tierra
clavado para siempre!

[Madrid, primavera 1914]

 

Extraído de Pedro Salinas. Poesías completas. Penguin Random House Grupo Editorial, 2016.

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