Mijaíl Lérmontov (1814-1841) fue un poeta romántico ruso, nacido en Moscú. Fue hijo de una noble familia y desde su juventud mostró gran talento literario. Su madre murió cuando él tenía tres años, y su padre lo abandonó poco después. A los 15 años, su abuela y su tío fueron asesinados por los campesinos que trabajaban en sus tierras. Estudió en la Escuela de Guardias del Zar, pero su indisciplina lo llevó a ser exiliado a una aldea en el Cáucaso, donde gozó de la inspiración de la naturaleza.
En 1837, Lérmontov publicó su obra más conocida, «Un héroe de nuestro tiempo», una novela que retrata la decadencia de la nobleza rusa y que se considera un clásico de la literatura universal. Sin embargo, esta obra provocó la ira de la censura zarista y Lérmontov fue exiliado una vez más, esta vez a una guarnición militar en el Cáucaso.
Lérmontov murió en el 1841 a los 27 años, en un duelo a pistola con un oficial de la Guardia Imperial. Se dice que el duelo fue provocado por una disputa sobre una mujer, aunque las verdaderas razones siguen siendo desconocidas.
AMOR DE MUERTO
Qué más da, amiga mía,
que la fría tierra me recubra.
Siempre, en cualquier parte,
mi alma estará contigo.
La loca angustia del amor
vive en la tumba.
En la tierra de la calma y del vacío
no olvido.
Sin miedo en la hora del último tormento
abandoné la luz.
Consuelo esperaba de la separación.
Pero de ti no he podido partir.
Vi almas incorpóreas
y suspiré.
Tus rasgos en esos rostros celestes
no reconocí.
El destello del poder divino y del santo
paraíso ¿qué son para mí?
Las pasiones terrenales
han venido conmigo.
Y un mismo sueño acaricio
allí donde me encuentro.
Los celos, el llanto y el deseo,
lo mismo que antes.
Si una boca ajena
tus mejillas roza,
mi alma en mudo sufrimiento
se estremecerá.
Si en sueños otro nombre
se escapa de tus labios,
de tus palabras saldrán llamas
y me alcanzarán como fuego.
No debes amar a otro,
no te está permitido.
Por designio divino
con el muerto desposada,
tu temor, tus oraciones,
¿a qué vienen?
Ni la paz ni el olvido, ya lo sabes,
me han sido concedidos.
Marzo 10, 1841
Любовь мертвеца
Пускай холодною землею
Засыпан я,
О друг! всегда, везде с тобою
Душа моя.
Любви безумного томленья,
Жилец могил,
В стране покоя и забвенья
Я не забыл.
Без страха в час последней муки
Покинув свет,
Отрады ждал я от разлуки —
Разлуки нет.
Я видел прелесть бестелесных
И тосковал,
Что образ твой в чертах небесных
Не узнавал.
Что мне сиянье божьей власти
И рай святой?
Я перенес земные страсти
Туда с собой.
Ласкаю я мечту родную
Везде одну;
Желаю, плачу и ревную,
Как в старину.
Коснется ль чуждое дыханье
Твоих ланит,
Моя душа в немом страданье
Вся задрожит.
Случится ль, шепчешь, засыпая,
Ты о другом,
Твои слова текут, пылая,
По мне огнем.
Ты не должна любить другого,
Нет, не должна,
Ты мертвецу святыней слова
Обручена.
Увы, твой страх, твои моленья —
К чему оне?
Ты знаешь, мира и забвенья
Не надо мне!
March 10, 1841
Extraído de Лермонтов, Михаил Юрьевич (Mijaíl Lérmontov). Любовь мертвеца | Antología poética, traducción de Víctor Gallego Ballestero